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Cristina y Andrés conjuran un cuerpo que se comunica con el pasado y deja un eco hacia el futuro
Esta exposición es el resultado de la comunión que ha creado el viaje de los artistas y que se ha convertido en una confabulación conjunta. Las imágenes que resultan de esta peregrinación se han gestado caminando, sin un rumbo determinado, descubriendo elementos que después han adquirido un significado extraordinario: los huesos, encontrados en un vertedero ilegal, primero fotografiados y luego introducidos en las esculturas. Las flores, ofrendadas por Cristina en el cementerio de Formentera y más tarde recolectadas por Andrés para ser introducidas en sus esculturas. O en una cueva, presente en el color de la arcilla y en las sombras superpuestas en una instantánea. Las ruinas, las cuevas, los lugares que dejan entrever la realidad de un lugar antaño habitado por fenicios, púnicos, romanos y árabes.
La obra de Cristina captura momentos casi inexistentes que parecen desvanecerse en el instante en que se observan, su obra es testigo de las distintas maneras de habitar el tiempo. El carácter pictórico se potencia por una obsesión por la textura; a través de la fijación en el detalle o la transformación del objeto en paisaje, confunde lo que observamos enrareciendo lo evidente. Una sensación de anacronía también queda reflejada en el quehacer particular de cada práctica: la inmediatez y tecnología de la fotografía de Cristina es el contrapunto y balance de las piezas de Andrés. Sus obras dan cuenta de la condición alquímica pero extractivista de la escultura: arcilla recogida en la montaña por él mismo, la resina de pino, los huesos, el petróleo. Sus esculturas exploran la trascendencia a través del movimiento, entre lo que se eleva hacia el cielo -lo que se libera- y lo que se hunde en la tierra -lo que se devuelve-. Andrés captura esta tensión entre fuerzas aparentemente opuestas, narrando una experiencia de Ibiza que trasciende lo meramente corporal.
Cristina y Andrés conjuran un cuerpo que se comunica con el pasado y deja un eco hacia el futuro. Ibiza, a través de sus ojos, se convierte en un espacio lunático y profético, donde la luz y la oscuridad conviven en un equilibrio poderoso y frágil.
Fechas: 12 de octubre a 16 de noviembre, 2024.
Dirección: La Carpintería. Riu Arno, 58 (Can Bufí). Ibiza
Con el apoyo de:
Cristina Stolhe
Bio
"Tomo fotos hoy, mañana no sé"
La obra de Cristina Stolhe (Pontevedra, 1993) analiza la experiencia de la vida cotidiana a través de la herramienta fotográfica. Utilizando cámaras analógicas, digitales y, sobre todo, la cámara del móvil, su trabajo explora la esencia pura de la vida al tiempo que crea un juego de “lo que está ahí”, infundiendo a las imágenes emociones que pueden no parecer aparentes. Las escenas de Stolhe provocan una sensación de nostalgia, un sentimiento familiar, pero exponen la intimidad del momento a través de una lente voyeurista, intentando atesorar el momento y hacerlo eterno. En cierto modo, nos invita a considerar cómo nuestras experiencias y recuerdos individuales forman nuestras vidas e identidades.
En 2018 la editorial Terranova lanzó su primer libro Random Pictures Book, presentado como una oda a la fotografía del móvil, en el que explora el sobreconsumo de imágenes hoy en día.
CV
Exposiciones individuales 2024 ALBUM. 10 14 Gallery, Londres, UK. Presentada por Aleï; 2022 But Still, Life. El Chico, Madrid; 2019 Amistad, Circuito Artbanchel, Madrid; 2018 Random exhibition II, El Paracaidista, Madrid; Random exhibition I, El Imparcial, Madrid; Random Pictures Book, exposición y libro publicado por Terranova, Mecánic Barcelona
Exposiciones colectivas 2023 Kronos Contemporary Art Festival, Barcelona; 2022 Your Heart to a Dog to Tear, Londres, UK; 2019 Casa Filete, Madrid; 2018 Swinton Gallery, Madrid. Editoriales L’officiel Mexico, ID International, Vogue Italia, Coeval Magazine, Acero Magazine, Issue Issue Magazine, Alei Journal, Novembre Magazine, Puss Puss Magazine, Loewe, Bimba y Lola, Edward Cuming, Paloma Wool, La Manso, Palomo Spain…Andrés Izquierdo
