Nihat Karatasli (1988-2021) es un artista interdisciplinar que realiza vídeos, animaciones, esculturas, performances e instalaciones que abordan las interconexiones entre el ser humano y la naturaleza con la tecnología.
Conferenciante, articulista y docente, Karatasli es cofundador de Hüzün Archive, administrado por la Universidad de Koç (Estambul). Ha formado parte de exposiciones colectivas en Estambul, Seúl y Los Ángeles y cuenta con una maestría en bellas artes de la Escuela del Instituto de Arte de Chicago. Algunos de los festivales de cine en los que ha participado son: 7º Festival de Cine de Mammoth Lakes, California; Soy Meta en Shanghai, 37º festival de Kasseler o Stand Firm, Stand Here en Ohklahomo, Chicago.
A Tree to weigh, a tree to measure. Instalación multimedia, GIF animado en 3D y luces LED. Medidas variables. 2018
Una pieza que fue concebida e instalada originalmente por el artista en un algarrobo, un árbol muy común en todo el Mediterráneo que toma su nombre de la palabra árabe kharrūb. Las vainas de algarrobo se han utilizado con diferentes propósitos a lo largo de la historia: afrodisíaco, herramienta de medición de gemas o fuente de nutrición básica. Precisamente la palabra quilate (unidad de masa y de pureza de las piedras preciosas) proviene de la palabra griega keration que significa algarrobo. El algarrobo, junto a otras especies autóctonas como el olivo, el almendro o la higuera, aparecen de forma recurrente como poderosos símbolos de la mediterraneidad. Karatasli utiliza el árbol como representación de la naturaleza primigenia y, desde ese lugar esencial, incorpora la cultura clásica y la vorágine contemporánea a partir de imágenes y dispositivos cargados de sentido. En A tree to weigh, a tree to measure, las célebres esculturas de Los esclavos de Miguel Ángel Buonarroti son convertidas en un GIF animado y reproducidas mediante modernas pantallas apoyadas en uno de esos árboles que, además, se muestra atravesado por potentes barras de luz blanca. Esta obra construye una intensa alegoría de la contemporaneidad donde todos nosotros aparecemos como esos nuevos esclavos que mantienen una relación compleja, más dialéctica que simbiótica, con el medio que nos acoge y que nos procura.