Estas y otras muchas preguntas en torno al intercambio cultural y a la interacción con espacios y personas que nos son ajenas vertebraron la segunda residencia artística de la fundación. Para ello de nuevo un grupo de 12 creadores - de 4 continentes y de disciplinas como la filosofía, la escultura o el arte performativo - , se dieron cita en Ibiza en un clima de convivencia, colaboración e intercambio, tanto entre ellos como con la comunidad local. Los resultados de la residencia se presentaron públicamente en un evento en la finca. Muchos de los trabajos fuero presentados en la exposición PRELUDIO, en la carpintería, en el verano del 2022.
Sandra. Óleo sobre lienzo. 400 X 200 cm. 2018.
El imaginario de Ydáñez está cargado de recuerdos de su infancia, de escenas propias del costumbrismo de la vida rural y de elementos de esa naturaleza que habita. Unas referencias cercanas, cotidianas y personales que el artista conecta, a lo largo de los años, con la Historia del Arte y de la Humanidad, a menudo escondiendo mensajes éticos y políticos. Pintor de temática clásica, su trabajo es reconocido por una expresividad que resuelve en sesiones de trabajo rápidas donde capta lo esencial a través de una pincelada amplia, expresiva y enérgica, mientras usa una paleta de colores reducida. Algunas de estas características posee Sandra, una de las piezas que Ydáñez desarrolló durante su prolífica residencia en Ses12naus. Buscador compulsivo de belleza en todo aquello que le rodea, Sandra es interpretada por el artista como un paisaje que, de forma muy deliberada, adopta proporciones monumentales y verticales donde quedan de manifiesto algunos de los cambios de paradigma de la imagen contemporánea: la sobredimensión, la desaparición de los ejes espaciales tradicionales y la pérdida de la hegemonía de la perspectiva horizontal.
A Tree to weigh, a tree to measure. Instalación multimedia, GIF animado en 3D y luces LED. Medidas variables. 2018
Una pieza que fue concebida e instalada originalmente por el artista en un algarrobo, un árbol muy común en todo el Mediterráneo que toma su nombre de la palabra árabe kharrūb. Las vainas de algarrobo se han utilizado con diferentes propósitos a lo largo de la historia: afrodisíaco, herramienta de medición de gemas o fuente de nutrición básica. Precisamente la palabra quilate (unidad de masa y de pureza de las piedras preciosas) proviene de la palabra griega keration que significa algarrobo. El algarrobo, junto a otras especies autóctonas como el olivo, el almendro o la higuera, aparecen de forma recurrente como poderosos símbolos de la mediterraneidad. Karatasli utiliza el árbol como representación de la naturaleza primigenia y, desde ese lugar esencial, incorpora la cultura clásica y la vorágine contemporánea a partir de imágenes y dispositivos cargados de sentido. En A tree to weigh, a tree to measure, las célebres esculturas de Los esclavos de Miguel Ángel Buonarroti son convertidas en un GIF animado y reproducidas mediante modernas pantallas apoyadas en uno de esos árboles que, además, se muestra atravesado por potentes barras de luz blanca. Esta obra construye una intensa alegoría de la contemporaneidad donde todos nosotros aparecemos como esos nuevos esclavos que mantienen una relación compleja, más dialéctica que simbiótica, con el medio que nos acoge y que nos procura.
Hotel Utopía. Vídeo que recoge una acción participativa. 8’ 48’’. 2018.
Hotel Utopía es un proyecto que parte de la estructura en ruinas de un edificio que iba a ser un hotel en Ibiza y que fue concebido por el reconocido arquitecto Josep Lluis Sert. El proyecto de construcción se inició en 1969 y se detuvo en los años 70, siendo abandonado por completo tras la muerte de Sert en 1983. Hasta la fecha el destino de la ruina sigue siendo incierto. El video recoge la intervención efímera y participativa que se llevó a cabo en esa estructura, rindiendo homenaje a la arquitectura Sert y, de forma más general, a las ideas, las promesas utópicas y los sueños de una modernidad que se convierte en una metáfora de la insatisfacción y de las contradicciones no resueltas que encierra. El objetivo no es dar una visión negativa del edificio, sino hacer que afloren partes de la estructura a través del acto de pintar, dándole una sensación abstracta y atemporal, como si la construcción estuviera suspendida entre su pasado y su futuro.
Ganadora del premio del Gobierno Vasco Gure Artea en el 2013, como reconocimiento a su trayectoria artística y su aportación al arte contemporáneo. Aláez ha desarrollado a la par de su trabajo plástico, actividades como el diseño de espacios y la escritura. Es a partir del 2000 (coincidiendo con su proyecto Dance & Disco en el Espacio 1 del Reina Sofía), cuando comienza a colaborar con otros creadores de música electrónica. Cuenta con una extensa actividad docente de cursos, conferencias y talleres. Ana Laura vive y trabaja en Palma de Mallorca.